En numerosas ocasiones pedimos a nuestros hijos que tengan una actitud responsable ante el alcohol y las drogas cuando nosotros, como padres, no la tenemos.
Por eso, sería importante recordar una serie de pautas a seguir que pueden ayudar a que nuestros hijos no terminen desarrollando una adicción al alcohol y a las drogas.
1- La primera de ellas sería regular el consumo de alcohol delante de nuestros hijos: consumo moderado, responsable y respetuoso.
2- Evitar normalizar consumos y respetar la ley (no facilitar bebidas alcohólicas a menores de edad, etc.)
3- Reducir riesgos cuando se consume (comer algo cuando se bebe).
4- Reconocer que puede dañarte el consumo. Evitar argumentos de tipo “me hace falta”, “de algo hay que morir”, “no soy persona si no me lo tomo”,…
5- Evitar por completo consumos de alcohol y tabaco en situaciones de riesgo (cuando el consumo de alcohol pueda comportar algún tipo de peligro. Por ejemplo, conducción de vehículos.
6- No ofrecer alcohol a pequeños aunque se esté en una celebración.
7- Mantener el botiquín poco accesible, bien cerrado y al día.
8- Evitar la automedicación, trasmitiendo prudencia en el consumo de medicinas y respeto al criterio médico
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