Es en la adolescencia cuando más riesgo enfrentan nuestros hijos a la hora de decir NO al consumo de drogas. Lamentablemente, la oferta de sustancias psicoactivas que hoy en día invade nuestra sociedad nos obliga, como padres, a posicionarnos ante este fenómeno.
En numerosas ocasiones nos hemos visto tentados a hablarles sobe tipos de drogas que pueden encontrar, efectos que pueden tener en la persona y en su vida y, por qué no, de la experiencia que con ellas algunos hemos tenido.
El problema de cómo saber llegar a nuestros hijos en este tema tan “espinoso”, nos hace buscar algunas estrategias que nos permitan, a través de un acercamiento, intentar hacer una labor de prevención.
Definitivamente, a la hora de abordar una conversación en tema de drogas con nuestros hijos deberemos mostrar una actitud clara y firme de rechazo al consumo, especialmente si nuestros hijos son menores de edad. Si nuestra actitud es permisiva, ellos lo percibirán rápidamente y se aferraran a ese argumento para justificar sus consumos.
En la conversación deberemos tener en cuenta que los contenidos sean adecuados a la edad, la madurez, la capacidad de comprensión, la experiencia previa, las expectativas y las circunstancias concretas de la persona que demanda la información
Si respetamos sus puntos de partida será más probable que la información sea válida. Nuestro punto de partida debe ser desde lo que ellos conocen, de su experiencia, de sus ideas erróneas (que manejan como ciertas), de lo que quieren saber y de su percepción.
Para que el resultado sea el óptimo, debemos brindar una información objetiva, veraz y realista, evitando dramatizar, amenazar o exagerar sobre los efectos de las sustancias. No banalizar es crucial.
La información deberá ser ajustada, no más de la necesaria, destacando las ventajas del no consumo frente a enfatizar los inconvenientes del mismo. Los mensajes a utilizar deberán ser cortos, sencillos y claros, que incluyan ejemplos cercanos al estilo de vida familiar. Se debe evitar mostrar situaciones extremas y poco comunes para enfatizar los riesgos del consumo. El lenguaje deberá ser sencillo, sin tecnicismos, ni palabras de argot.
¿Te gusta esta página?
[Total: 0 Average: 0]